¡EL NÚMERO 10!

EDITORIAL

Habladurías de la Derecha argentina

En el último semestre del año irrumpieron acontecimientos que potenciaron una catarata desbordante de desinformación. Uno de ellos fue el crimen de Mariano Ferreyra, militante del partido Obrero, asesinado a manos de la burocracia sindical. La cobertura de los programas oficialistas (6, 7,8 a la cabeza), demostró que no tiene reparos en utilizar la muerte de un joven para tergiversar lo sucedido. Aquellos que se jactan de ser de izquierda y de acompañar “la transparencia kirchnerista”, no tardaron en relacionar a José Pedraza con otro mafioso: Eduardo Duhalde. Lo cierto es que el gremio de la Unión Ferroviaria contó con el apoyo (al menos hasta el 20 de octubre) tanto del gobierno de Néstor Kirchner como del de Cristina Fernández.

A pocos días de que Mariano muriera frente a las cámaras de televisión, Hugo Moyano, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), dio un manotazo de ahogado declarando en diversos medios: “Pedraza se retiró de la CGT hace un año y pico”. Y agregó con la hipocresía que lo caracteriza: “Siempre defendí a los trabajadores tercerizados, ya que esa es la responsabilidad y la obligación que tenemos”. Lo irónico es que en el acto por el 17 de octubre organizado por la CGT en el estadio de River Plate, los camiones y las banderas de la Unión Ferroviaria fueron más que visibles. Como hemos argumentado en otros números, Moyano es un empresario disfrazado de trabajador, y miente impunemente, como si creyera que el poder es para siempre.

Por otra parte, el 27 del mismo mes, ocurrió la muerte imprevista de Néstor Kirchner. De inmediato los diarios y canales más conservadores publicaban: “Tras la muerte del ex Presidente habría cambios en el gobierno de Cristina”. Fueron más de uno los melancólicos del fascismo que festejaron su fallecimiento. Quizás, llenos de regocijo y esperanzas mirtho-legrandescas, pensaron “por fin se termina el zurdaje”.

Lo que es claro es que más allá de las expresiones cotidianas de Doña Rosa, nunca existió tal "zurdaje": las burocracias sindicales; el vaciamiento en salud y educación; los pactos con los multimedios durante los primeros años del gobierno kirchnerista; el veto a la ley de glaciares; el veto al 82 por ciento móvil (más allá de las votaciones interesadas de la oposición de ultraderecha con respecto a esta ley); el pago de una deuda externa ilegal a costa del hambre del pueblo; la represión policial en Bariloche que dejó el saldo de tres muertos a mitad de año; la represión a los obreros de Kraft; el asedio y persecución a las comunidades mapuches; la histórica naturalización de tener Presidentes multimillonarios mientras los trabajadores ganan miseria; la desaparición no sólo física sino mediática de Julio López; el asesinato de Mariano Ferreyra y la desaparición de Luciano Arruga en manos de la Policía, así lo demuestran.

Entrevista / Gabo Ferro


UN MAGO QUE HACE RÍOS

Ida y vuelta, misiles y lengua, militancia y sensibilidad. Escenarios por los que anduvimos de charla con Gabo Ferro. El café La Academia fue el teatro elegido. El motivo del encuentro: queríamos saber cómo vive, qué siente, qué más tiene para decir alguien que nace y muere en sus canciones

Por Emiliano Bezus Espinosa y Laura Larrea

El laburo de la militancia

Gabo pide un café con leche y edulcorante, lo único que tomará en las casi dos intensas hora de conversación. Se muestra como un tipo dulce, con los rasgos de poeta a flor de piel, con azul melancolía para cantar historias del pasado pero con ninguna para recordarlo. Esperanzado trovador, purga sus demonios y los de otros creyendo apasionadamente en su camino. Para alguien que es Licenciado y Doctor en Historia, y por decantación gran conocedor de al ambiente académico, es inevitable que surja el tema de la militancia…

GF: Militancia es un concepto que como tantas otras cosas fue cambiando desde que existe hasta acá. En los 60´ los reclamos militantes de la canción como de la política partidaria eran la Revolución, que vuelva Perón, todo ese tipo de cosas; ahora la militancia que hay que hacer es otra. Yo no puedo ponerme a cantar que vuelva Perón, ni cantar como lo hacía Violeta Parra o Silvio Rodríguez o Pablo Milanés.

Sin embargo cantás De nada sirve de Moris (NdR: Recital en el Konex a comienzo de año)…

Ese fue un gesto inmediato por algo que había sucedido, tiene que ver con la militancia contemporánea, porque yo creo que las políticas contemporáneas que hay que atender, como la de un tipo que labura dentro de la industria cultural en esta parte del mundo, es la política de clase, raza y género. Entonces la canción y el arte militante, y la militancia en general, tienen que atender lo que la política partidaria no está atendiendo. Por lo tanto lo que hay que atender desde abajo es esto que se desatiende.

En La nueva generación intelectual Omar Acha comprende como intelectuales a los músicos, a los actores, los escritores; dice que lo intelectual no es sólo la academia, de hecho propone salir de ella.

Totalmente de acuerdo…

Plantea además como un cierto temor a criticar la generación anterior de intelectuales y poder decirles “Bueno, en esto se equivocaron…”.

Ese es el motivo por el que yo me corrí de la academia. Tirarte contra tu generación anterior es tirarte contra los tipos que son el tribunal de los concursos para ser Jefe de Trabajos Prácticos. Si vos vas a un congreso, son los tipos que te critican, los que te dicen “Eso no porque el dueño del circo soy yo”. Que fue lo que yo me di cuenta cuando empecé con mi tesis de Maestría, cuando comencé a llevarla por los congresos, y resulta que tenía a todos los grandes figurones con los cuales debía congraciarme y decirles “Si señor o si señora”. Porque si no, no iba a poder seguir el curso para poder llegar a ser becario del Conicet o investigador.

Desde tu militancia, tanto en la música como en la historia ¿cómo ves la forma de intentar con tu guitarra y tu pluma decir: “Pongo mi granito de arena para tratar de revertir esto”?

Laburando, laburando y laburando. Por eso cuando me dicen “¡Ah sacás un disco todos los años, que la gente no lo sigue, que la gente no se qué…!”, entonces ahí digo “¿Qué parte no entendés que esto no es puramente estético, que es música, que estos son libros, que yo puedo juntarme con tal o cual a hacer otro disco?”; no se trata de un ego desmedido y de una hiperproducción de música o lo que sea. Se trata de militancia, no voy a ir a responder a una entrevista o a una nota o a un concierto, si no tengo nada que aportar o no tengo nada que cantar. Entiendo todo lo que hago como militancia, como trabajo y como cuestión política, por lo tanto no me puedo ni me quiero detener. Cuando yo laburo a la mañana, me levanto y me preparo un mate y me pongo a darle a la guitarra y a tocar, lo hago con la felicidad del artista, con la felicidad del militante y con la felicidad del hombre, que puede saber que sin grandiosas pretensiones puede vivir de esto. Y tengo bien colocado en mi lugar que no puedo tener casa, no puedo tener coche… no me interesa. Pero puedo comer de esto, puedo pagar el servicio de Internet, el teléfono y eso es una bendición. Haciendo cien por ciento, desde que regresé en el 2004, sólo lo que me da felicidad y nada más.

CUANDO ESTAS MAL, CUANDO ESTAS SOLO…

Que en las letras de tus canciones no aparezca un él o un ella definido, pero que a su vez esté claro que es una canción totalmente disruptiva con otras que pueden hablar sobre eso… ¿vos te lo planteás escribir de esta forma?

Eso está importado por ahí de la academia, cuando te dicen que un texto científico tiene que ser neutro, el cual la ciencia tiene que atravesar y no es uno el que habla, sino que sos un canal, y él o la que habla es la ciencia. En el caso de las canciones a mí me parece que lo interesante está en escribir para todos, además, porque soy humanista. Escribo para algo que está más allá de si vos vivís en Capital, Salta, si sos hombre o mujer, rojo, chino. A mí me parece que hay que hablar sobre las cosas que nos atienden a todos, las que nos tocan y que nos atraviesan constantemente. Siempre desde el sustrato de la militancia, y desde ahí indagar en aquello que tiene que ver con lo microtrágico, una historia chiquita para que esa historia se proyecte en una generalidad enorme. Lo que intento en los libros y en las canciones es la celebración de la subjetividad, de las identidades múltiples, y eso con el determinismo se da de patadas en el culo.

Después de los 90´ está muy instalado en ciertas partes del colectivo social que la política es mala…

La política no es mala, los políticos son en general un desastre. Hubo tantas esperanzas y expectativas puestas, al menos en los que tenemos veinte años de vida democrática, que nos hemos pegado cada llorada con las traiciones de muchos. Y por eso uno se vuelca por lo menos hacia un descreimiento, pero hay diferentes maneras de descreer de la política. Hay una manera completa pasiva y relajada de decir “La política no me interesa” o “La política es sucia”, y una manera de descreer a pura praxis: vas ¡pam! Te cagaste y decís “¡La puta madre! No creo más en esto”, ¡pam! Vas de nuevo y te cagás, vas y te das la cabeza de nuevo contra la pared, te vivís decepcionando. Yo soy de los que terminan siendo en muchos costados anarquista por elección permanente, por vivirme frustrando con políticos y por descreer de las instituciones. En el imaginario la democracia es un milagro, pero cuando vos la ves funcionando, cuando vos vas a un debate en Diputados sobre todo, te querés cortar la cabeza, decís “Este diputado o esta diputada ¿qué está diciendo, dónde vive?”.

Demostrás mucha energía ¿en algún momento parás y decís “Ahora no puedo agarrar la guitarra”? ¿Cómo lo llevás adelante?

Soy de los que piensan que todo lo que se hace es capital potencial para algo. Alguna imagen me va a parecer buena como para anotar, pero ni siquiera me pongo a “Bueno, voy a ver que imagen me aparece”, no. Doy vueltas y vueltas, y siempre aparece aquello que me deja una semilla para el laburo. O reviso con la lectura, soy de los tipos que cree que si no labura no morfa. Y ahí no hay lugar para la depresión burguesa. Eso yo lo veía en mi vieja, ella nunca se conformó con ser ama de casa a pesar de que mi papá tuviera dos trabajos.

¿Desde donde creas tus canciones?

Soy un tipo que está todos los días totalmente atravesado por lo que le pasa. Bueno, en el cuarto disco mío (NdR. “Amar, Temer, Partir”), tuve un amigo que al verme completamente abandonado me dijo que si no reaccionaba, iba a denunciarme por abandono de persona, y ahí dije “Bueno, a salir por los otros”. Pero me pregunté “¿Cómo vas a salir?, no sé. Lo único que sé es que la única manera que puede estar más interesante es haciendo un registro como un cronista de la salida del pozo”. De ahí fue que vinieron esas doce canciones, cada una fue como un registro de cada escalón.

Mucha de la gente que trabaja en la investigación académica tiene esta cuestión de levantarse temprano, leer, a la tarde hacer esto otro y tener como muy acomodados los tiempos de acuerdo a su producción. Habiendo pasado por la academia ¿tenés un método al momento de componer?

Sé que si me levanto temprano me pongo a tocar, estoy muy lúcido a la mañana. Básicamente soy un animal, me puedo acostar a las cuatro de la mañana pero hay luz y ya me desperté.

REVOLUCION

¿Cómo ves la militancia y la sensibilidad en el rock nuestro del 2010, en las bandas, las letras…?

Creo que muchos cargan todavía con esa cosa de que estética y política no van. Y soy de los que creen que estética y política son parte de un mismo cuerpo. Por un costado soy hijo del Mayo Francés, es decir si no sos parte de la solución por default sos parte del problema. Entonces veo que hay como un regimiento de bandas y músicos que son parte del problema por omisión, “Porque no entiendo, no se que decir, no me interesa”, y ahí es donde me empieza a tocar su obra.

La gran mayoría de tus recitales son muy intimistas: vos, la guitarra, las luces, el público…

Cuando me dicen cómo estuvo mi concierto, siempre digo lo mismo: que mi concierto es un promedio entre el 50 de uno y el 50 del otro. Cuando me gritan algo, cuando un nene me habla, no puedo hacer oídos sordos; por eso cuando el contexto es problemático el concierto probablemente sea una cagada, porque me distraigo y así no me interesa laburar. Esto se completa porque del otro lado, si yo fabriqué cinco discos y puedo bancar otros discos más ahora, es porque alguien pone la guita para comprarlo. Y lo que tratamos de hacer es que los discos no excedan los veinte mangos, que sabemos bien que es difícil porque de costo nos queda poco. Si hay honestidad, sinceridad, de los dos lados, esto es imparable.

Es el camino de respetar la sensibilidad, la de uno y la ajena, tus tiempos y siéndote fiel a vos mismo, respetando al otro; volvemos a la política y la sensibilidad…

Creo que las dos cosas nacen del mismo germen: la pasión. Y tiene que ver con la cosa revolucionaria, pero revolucionaria desde el arranque y no revolucionaria para el fin. En toda revolución, y no en la idea sesentosa de la revolución de las armas, vieron como pasó la cosa y que la historia no terminó, que la historia sigue caminando. Y creo que si algo hay que aprender de eso es que a la revolución le faltó sensibilidad, le faltó subjetividad, fue demasiado un corpus duro: la revolución es esto o sos una puta burguesa. Le faltó poesis, no manifestó esa consideración de la diferencia. Soy de los que piensan que hay que hacer de tu propia subjetividad un elemento para la revolución.

El hambre y las ganas de comer

Es la historia de un escritor, Pablo Ramos. Y un cantante, Gabo Ferro. Se juntaron y armaron un disco. O también, y seguramente ésta sea la verdad de la milanesa, dos antihéroes que en algún momento del 2010 agarraron sus capas y salieron a desventurar por el mundo.

… un disco que me hace feliz, para mí es una coyuntura porque nunca me animé por mi inquietud a lo que digo, a dejar el texto de la canción. Y se dio alguien que se hizo cargo de todas las letras y de todas las palabras del disco. Acá me dediqué más a producir, a escribir arreglos, voces y es algo que quería hacer con muchos más pero comencé a hacerlo con este poeta y novelista maravilloso, y amigo querido que se llama Pablo Ramos. Así construimos un disco juntos, uno en el que sólo soy el medio, el canal. Ahí lo rico, yo estoy cantando por alguien que tiene una personalidad en muchas cosas muy diferentes a la mía. Y me encanta, es como recuperar también esas cosas del trabajador de la literatura que se junta con el trabajador de la música, como en los viejos discos de los 70, que se juntaban para construir una obra, como jugar al teatro en forma de disco.

ENSAYO/ el Diez



Un romántico libertario
Al leer las siguientes líneas el lector podrá apreciar que quienes escriben afirman que Diego Armando Maradona es (y fue) un Romántico, y quizás muchos no estén de acuerdo, sin embargo, es un intento por hacer hincapié en un aspecto del futbolista del cual pocos han hablado.
por Emiliano Bezus Espinosa
Dicen que escapó de un sueño…
Alfredo De Paz en su texto La Revolución Romántica habla del romanticismo como un hecho de la sensibilidad que se traduce en un estado de excesiva y permanente impresionabilidad, irritabilidad e intolerancia ante las tensiones, y una cierta inquietud narcisista que tiende a complacerse de si misma y a agotarse en si misma. Creemos que Diego Maradona reúne estas características. Es una persona que impresiona, tiene una imagen chocante, fue el más grande jugador de fútbol de todos los tiempos y es un personaje conocido (literalmente hablando) en el mundo entero. Es un individuo que se irrita constantemente, que es un intolerante ante una acción o idea opuesta a lo que él piensa o siente. Inmejorable ejemplo es la famosa conferencia de prensa en la que el Pelusa le dijo Toti Pasman que la tenía adentro.
El ex técnico de la Selección Nacional de fútbol posee un narcisismo a prueba de balas, agrandado por la adoración que la gente tiene hacia él, y el cual es también autoabastecido por el propio Maradona. Se percibe siempre que habla con algún medio de prensa o cuando, por ejemplo, dio el discurso en la cancha de Boca, el día de su homenaje y despedida de la Selección como jugador. Esa tarde Diego afirmó que de ahí en adelante no importaba quien usara la camiseta número diez de la selección, que esa camiseta siempre iba a ser de él. Lo que en ese momento fue avalado por la AFA y todo el ambiente futbolístico de la Argentina, al retirar la “Diez” de todas las selecciones de fútbol. Luego del Mundial 2002 y por presión de la FIFA la casaca fue respuesta en todas las selecciones. No obstante, el nacido en Villa Fiorito persiste en dar cada paso, demostrando que es único, ataviado con ese instinto libertario de no dejarse gobernar por nadie. A tal punto llega su oposición a los cánones de la sociedad, que es capaz de escupir al piso cuando le nombran a su hijo italiano, dejando florecer su miseria humana más íntima y oscura.
Que Riquelme no me ensucie porque tengo más vestuario que él
Maradona es un personaje que aunque no tenga ningún dilema siempre se los está buscando, o trata de encontrar algún otro personaje para confrontar. Diego tiene esa capacidad de sentir, de recordar, de lanzarse hacia lo divino, hablando en el ámbito estrictamente futbolístico (o sea dentro de una cancha de fútbol). En el verde césped él fue capaz de realizar lo inimaginable con una simple pelota atada a su zurda. Supo formarse un estilo y técnica propia tanto en un campo de juego como fuera de él, de tal manera que se lo puede catalogar como un Dios del fútbol. Él solo ganó un Mundial, él solo en un equipo pobre y del sur de Italia ganó dos Scudettos, 1 Copa de Italia, 1 Supercopa y 1 Copa de la UEFA; y llevó a ese club y a esa ciudad (Nápoles) a lo más grande de la historia del fútbol mundial.
Diego posee esa imagen oscura (su fuerte adicción a la cocaína), caótica y demoníaca: basta recordar el incidente con los periodistas y el rifle de aire comprimido en su quinta de Moreno. La gente ama u odia al “Diego”, no hay intermedios, él mismo lo afirmó en la mencionada conferencia de prensa: Yo soy blanco o negro, gris no voy a ser en mi vida. Maradona posee el talento innato de los románticos, ese bien como don de la inspiración que llevaba a cabo en un partido. Hoy en día, que Maradona ya no juega, se puede entender como su arte le servia como una suerte de indemnización para consolar esas posibilidades irrealizables que él tenia. Diego estaba insertado en un contexto social que lo fue consumiendo y matando de a poco, es un enfermo por naturaleza, más allá de su problema con la droga, es un enfermo en el sentido que lleva a cuesta suyo la cruz del sufrimiento. Es la historia del chico que nació en la villa, nunca tuvo nada y a los 18 años empezó a tener el mundo a sus pies. Al igual que el gran ladrón del fuego, el héroe de la 10 robó todo lo que pudo, y así también lo pagó.
Podemos ver en Maradona al romántico poeta y genio creador de un universo propio, enfrentado al mundo de la razón y de las reglas. Los distintos dirigentes de fútbol que viajaron al Mundial pasado (Sudáfrica 2010), se quejaron luego de la eliminación argentina porque el Director Técnico no los dejaba entrar a los entrenamientos argumentando que ese era el espacio de los jugadores. Diego es inmanejable, incluso para si mismo y si no, basta ver la patética entrevista con Daniel Hadad en agosto de 2004.

Dios aparece, el hombre se anula
Maradona lleva consigo el dualismo entre la vida y la muerte, del bueno y del malo. Incluso se lo pudo ver jugar un partido homenaje y a las pocas semanas encontrarlo internado por problemas cardiacos en alguna clínica. Nace y muere al mismo tiempo, durante las eliminatorias para el último Mundial la prensa argentina lo asesinó. En cambio mientras Argentina ganaba sus primeros tres partidos en Sudáfrica con un excelente promedio de gol, lo pusieron una vez más en el pedestal dorado, aguardando su caída; la que finalmente llegó en el mal planteo táctico que el seleccionador realizó en el partido contra Alemania.
Dentro del fútbol Diego desvalorizó todo lo claro y duradero: rompió con el mito de Pelé, llevó a un equipo pobre a la riqueza más grande, ganó lo que todo amante de la número cinco sueña, quedó fuera por doping, pidió a gritos el banco de la Selección, lo consiguió, cayó, lloró, desapareció y ahora busca un regreso que seguramente tendrá esa cuota de hostilidad romántica que tanto lo caracteriza.

LA VIDA ES UNA TÓMBOLA
por Juan Pablo Manente
“¿Quién te crees que sos?... Maradona”, le gritaban al gordo Leo en el picado del barrio cuando intentaba eludir sin éxito a más de dos jugadores del equipo contrario. A quién no se lo han gritado alguna vez. Incluso en otros ámbitos de la vida que escapan a las maravillas futboleras. En los bailes, por ejemplo, en donde las promesas adolescentes de conquistar a más de una muchacha en la misma noche se disipaban a las cinco de la madrugada como las manos de Peter Shilton al tratar de atrapar la pelota que Diego empujó con el puño de su mano al fondo de la red. Siempre el término Maradona se asoció a la posibilidad de ir más allá de lo verosímil, de lo humanamente posible. Y eso es, en cierta medida, lo que busca expresar el film del cineasta serbio Emir Kusturica. Maradona, by Kusturica, es una obra narrada delicadamente por alguien que sin duda admira al astro futbolístico, pero sin dormirse en los laureles de las jugadas perfectas realizadas por Diego. En su película Kusturica muestra a un Maradona inconformista que enfrenta al poder (más allá de sus contradicciones) tanto en lo futbolístico como en lo político. Se puede escuchar al protagonista hablar del Che Guevara, de las injusticias cometidas por el imperio yanqui, y hasta de la Dictadura militar. Se lo verá en el tren del ALBA en 2005 viajando junto a Evo Morales, y apoyando el discurso de Hugo Chávez en el estadio mundialista de Mar del Plata.
Los Sex Pistols con su God save the queen, suenan de fondo para ilustrar los goles dibujados con la pierna izquierda del Diez. Durante noventa minutos el espectador podrá repasar los momentos más relevantes de su vida: desde el Diego “marciano”, así calificado por su hermano menor Lalo mientras el balón saltaba de pierna en pierna sin la más ínfima posibilidad de tocar las calles de tierra de Villa Fiorito, hasta la ambulancia que se alejaba por el asfalto porteño camino a la clínica Suizo Argentina para internar al futbolista más extraordinario de todos los tiempos. Maradona, by Kusturica muestra a un hombre caótico, reflexivo, sereno, descontrolado, es decir, a un oximoron viviente.

INFORME/ drogas



Esa dulce bocanada de aire fresco
Las drogas no siempre fueron utilizadas como un fetiche del que se sirven los medios de comunicación burgueses. En antaño los griegos las usaban para el disfrute, para la meditación y hasta para acrecentar el placer sexual. Las flores y los estimulantes psicoactivos fueron y serán, sin duda, más discutidos por la opinión pública que una aspirineta de venta libre en una farmacia. Legalidad, prohibiciones y moralismos en una nota bien armada.
por Juan Pablo Manente
Misceláneas alucinógenas
El filósofo español Antonio Escohotado cuenta en su libro Las drogas, de los orígenes a la prohibición que Marco Aurelio solía despertar a la mañana, por recomendación de su médico, con una porción de opio grande como un haba de Egipto y desleída en vino tinto. La mayoría de sus antecesores en el imperio romano también utilizaban el opio como terapia. Por otra parte, cabe decir que tanto la sociedad ateniense como la romana consumían asiduamente flores de cáñamo para incitar las orgías y reducir las tensiones diarias.
La morfina, uno los alcaloides del opio y descubierta en el siglo XIX, supo calmar los estragos físicos de cientos de guerras. Los hombres cuyos cuerpos fueron cubiertos por el plomo de diferentes calibres ahogaron sus gritos gracias a las sustanciosas dosis de morfina que recibían una vez heridos. Claro que una de las consecuencias atroces que acompañaban a los combatientes eran las adicciones, que junto a los estragos psicológicos postbélicos terminaban por ser mortales.
Un libro recomendable es Las puertas de la percepción (1954), de Aldous Huxley. Aquí el escritor habla sobre su experiencia con la mescalina: “La mente obtiene su percepción en función de intensidad de existencia, de profundidad de significado, de relaciones dentro de un sistema (…) Junto a la indiferencia por el espacio, hay una indiferencia igualmente completa por el tiempo”. Huxley fue uno de los primeros escritores del siglo XX que trató de descubrir los cambios que se producen en el sujeto a partir de la ingesta de drogas alucinógenas. Otro de ellos fue William Burroughs quien en El almuerzo desnudo (1959) bajo el alias de William Lee hizo hincapié en la rutina diaria que éste mantenía con la cocaína, marihuana y mescalina, entre otras. La segunda parte de El aullido (1956) del poeta Allen Ginsberg es una obra realizada bajo la influencia del peyote (uno de sus alcaloides es la mescalina), planta que desde la antigüedad ha sido utilizado por tribus originarias de México con fines espirituales.
Las drogas pueden significar la muerte, la alegría o la desdicha. Son el otro lado, se trata, sin duda, de una realidad diferente, gozosa, clara, paranoica, confusa. Una vez ingeridas el mundo se torna, de pronto, gaseoso. El hormigueo se apodera del cuerpo que se descorporeiza. El tiempo poco tiene que ver con las agujas del reloj, y el espacio se manifiesta absurdamente desproporcionado.

Marihuana: Tráfico
Las leyes contra el consumo de marihuana comenzaron a multiplicarse a fines del siglo XIX, el capitalismo ya estaba instalado hace tiempo y las prohibiciones a cambio del lucro eran moneda corriente. A partir de aquel momento el tráfico se potenció.
La marihuana prensada es lo que, en general, se consume en Sudamérica; ésta contiene químicos que se utilizan para comprimirla y es lo que la torna de mala calidad. En este punto juegan un papel primordial los traficantes que comercian cantidades enormes de la droga y la adulteran con fines estrictamente comerciales. Una ley que permita el autocultivo y el consumo personal no eliminaría el tráfico, pero sin duda lo reduciría considerablemente. Por otra parte, sería una apuesta en favor de la salud de los consumidores ya que el contacto que éstos mantienen con químicos nocivos como el alquitrán (que también se utiliza para el cigarrillo de tabaco) se vería reducido. El cogollo, el fruto de la planta que finalmente se consume, puede llegar a tener un porcentaje de THC de hasta un 24 por ciento, un numero mucho mayor al prensado que es de 2,4 por ciento como máximo, el resto es artificial. El cogollo se extrae de la planta, se deja secar y se fuma de forma natural.
Para otras culturas, distantes de la occidental, la planta es consumida para fines espirituales, ni imaginan la posibilidad de que otro ser humano (en este caso el Estado) imponga reglas que abarquen libertades esenciales, porque lo que viene de la tierra (acaso parecerá extraño decirlo) pertenece a todos los hombres que habitan en ella; por más que de un modo u otro algunos busquen coartar lo que otros tienen por regalo de la divina providencia.
Cannabis: Acciones curativas
Ya hace tiempo que se ha probado el poder curativo de la marihuana. Hay una anécdota reciente que ha llegado a los oídos de quien escribe que cuenta que una anciana con fuerte dolores de espalda debido a la artrosis rescató de la cartera de su hija lo que creía un cigarrillo, lo prendió y tragó el humo. A los pocos minutos percibió como nunca antes un bienestar celestial. Al otro día preguntó a su primogénita de qué marca de cigarrillos se trataba porque quería comprarlos, su hija respondió que si prometía no hacer un escándalo le diría la verdad. La viuda de ochenta años comprendió de inmediato que rompería su juramento de juventud de no tocar jamás una droga ilegal (las legales, por cierto, las consumía diariamente por sus dolencias crónicas).
En su trabajo “Actualización sobre el potencial terapéutico de los cannabinoides”, los Doctores Francisco J. Álvarez y Ángel Arévalo-Martín, entre otros, explican que los cannabinoides actúan como antieméticos y estimuladores del apetito, además pueden ser beneficiosos en determinadas enfermedades que afectan al movimiento y logran disminuir la presión intraocular. Incluso se manifiestan como neuroprotectores y funcionan como inhibidores del crecimiento tumoral. En la terapia cannabica se han experimentado resultados positivos en enfermos de alzheimer, parkinson e incluso se han logrado efectos paliativos en personas enfermas de cáncer.

Consecuencias
Según la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides (SEIC), el cannabis puede originar un leve incremento del ritmo cardíaco y cambios en la presión arterial, los cuales no acarrean riesgo alguno. Por otra parte, fumar marihuana crónicamente puede afectar a la memoria a corto plazo. Sin embargo, correctamente dosificado, su uso terapéutico es muy efectivo y no existen muertes por sobredosis.
El Dr. Robert Melamede, en su artículo Cannabis and Tobacco are not equally carcinogenic, explica que el único deterioro físico de relevancia que produce el cannabis al ser fumado es en el sistema respiratorio que se encuentra predispuesto a una bronquitis; no obstante, a diferencia del tabaco no transforma los pro-carcinógenos en carcinógeros, por lo que el riesgo de contraer cáncer disminuye considerablemente, en oposición a lo que ocurre con el consumo continuado de nicotina. Cabe señalar que el consumo de THC durante la infancia/adolescencia puede tener consecuencias desfavorables en el desarrollo de determinadas capacidades cognitivas.

ENSAYO / nota al pie de Rodolfo Walsh


La violencia de clase en la literatura argentina


“(…) la literatura, cuando trabaja a dos voces, con las dos culturas [cultura dominante y cultura subalterna], las politiza de modo inmediato. Funde lo político con lo cultural, porque funde los lenguajes con relaciones sociales de poder; y porque no hay relación entre culturas sin política ya que entre ellas no hay sino guerra o alianza” (Ludmer, 1998).

La violencia se hace presente de distintos modos, en diferentes ámbitos, como en una fábrica, en la calle, en un estadio o tras un escritorio de editorial. En Nota al pie de Rodolfo Walsh se pueden ver representadas distintas formas de ejercer violencia. En este escrito se indagará en la subalternidad, la cultura popular y la reproducción de la hegemonía (estado -maquina cultural privada).

por Laura Larrea

Según el sociólogo argentino Pablo Alabarces, en el cuento de Rodolfo Walsh se observan tres tipos de subordinaciones:

1-La subordinación con respecto al nivel de clase social a la que pertenece León de Sanctis (el traductor protagonista del relato).

2-La literatura que traduce es subalterna al interior del campo intelectual, es considerada menor con respecto a otros géneros.

3-La nota al pie es la subordinada al texto, es un sometimiento gráfico. El lugar en que ésta se ubica es abajo, arriba está lo bueno, el resto es aquello que sobra, lo malo.

Alabarces plantea al cuerpo como una dimensión en la que se constituye la identidad. En el caso de León de Sanctis se pretende un cambio de identidad a partir de un cambio laboral, procura pasar de ser un obrero a convertirse en un intelectual; en este contexto se producen transformaciones físicas: sus manos dejan de ser ásperas y sucias, para mutar en manos suaves y limpias; su vista se ha ido desgastando, su cuerpo encorvándose ante la máquina de escribir, para convertirse en el cuerpo delicado de un obrero de la intelectualidad, ya que lo único que tiene para ofrecer al mercado es eso, su cuerpo.

León no produce literatura, reproduce (en realidad traduce). Es decir, como obrero intelectual se dedica a usar sus neuronas para trascribir de manera correcta; no es un intelectual que produce conocimiento/literatura. En cualquier tipo de innovación que él quería implementar Otero, su jefe, la censura, además lo persuade cuando aspira a traducir otros géneros más cultos, y especialmente cuando pretende comenzar una posible carrera de escritor.

La puesta en escena de lo popular es política y violenta, no sólo porque exhibe la dominación, arbitrariedad de clase y las diferentes estéticas, sino porque ellas se inscriben con violencia en el cuerpo del protagonista. La vida misma de León finaliza de modo violento, atravesado por las fuerzas que estas desigualdades producen. Ser conciente que mantenía su condición social e incluso sentirse “(…) habitado por otro, que es a menudo un imbécil (…); prestar la cabeza a un extraño, y recuperarla cuando está gastada, vacía, sin una idea, inútil para le resto del día”, fue lo que lo condujo al suicidio.

LUCHA DE CLASES

En términos estéticos la manera en que está narrado el cuento, el aspecto grafico que exhibe las dos voces, realidades, mundos que se van desplazando; fomenta una violencia que reside no sólo en la historia sino también en cómo está relatada. Lo que se hace visible en estas dimensiones (historia contada e imagen visual del texto) es el enfrentamiento entre dos voces (la subalterna y la dominante). A lo largo del cuento la nota al pie va ganando espacio en la hoja, desplazando al “relato oficial”.

El texto puede ser considerado en clave de guerra, debido al enfrentamiento que se representa cuando se desplaza una voz sobre la otra, al reconocimiento de lo dominante como lo correcto, y cómo lo subalterno toma posición y se reconoce a si mismo, pero siempre sin dejar de ser Nota al pie.

Por otra parte, a la muerte de León se la puede leer como un final necesario en el marco de una guerra, siendo la misma el testimonio del fracaso de un sistema apoyado en la quimera de ascenso social, la cual colocó a León De Sanctis en una posición de resistencia a reconocerse como parte de la clase obrera.

A lo largo de ambos relatos se muestra que León ha incorporado para sí la mirada de la clase dominante, renegando de sus pares, empieza a verlos como “idiotas”, “imbéciles”, y ellos a la vez piensan que es un loco, un letrado que absorbió concepciones hegemónicas de la clase dominante.

El fracaso del sistema consiste en solapar la dominación disfrazándola de paternalismo, y esto se hace visible en la relación que León establece con sus jefes, tanto con el de la gomería como aquel de la editorial. Estas relaciones, mezcla de amor, respeto y temor, indican la existencia de las relaciones hegemónicas al interior del personaje.

En el cuento está representado el remplazo de la máquina cultural pública por la privada. En un momento del crecimiento de la cultura de masas, la función de creación de discursos y planificación educativa es tomada por los entes privados (televisión, editorial, etcétera). Este remplazo al que se hace referencia se complementa con las palabras de Alabarces “suplantar el camino de la institución educativa formal. Aquel que no podía hacer la primaria, secundaria, universidad, expulsado del sistema educativo, la Pitman le daba un oficio”.

Es interesante abordar el análisis de la violencia simbólica, cultural y social, desde este personaje, porque permite dar cuenta de la perversión ejercida en la falsa promesa de ascenso social; esto es lo que en definitiva termina de surcar heridas en León, hasta conducirlo hacia la muerte.

INFORME / educación


Crisis en las escuelas populares bonaerenses
A partir de la experiencia de uno de los cronistas al frente de una clase, se reflexionará sobre la característica arcaica del docente tradicional, que dicta clases en instituciones integradas por estudiantes del ámbito popular, en donde se vislumbra un desfasaje entre la práctica docente y los intereses de los alumnos.
por Juan Pablo Manente y Emiliano Bezus Espinosa
Simbiosis
Las modificaciones estructurales que atraviesan a la sociedad contemporánea, modifican las relaciones entre individuo y sociedad. Así es que en esta relación la sociedad moldea la conducta de los individuos mediante un proceso de socialización en el que constituye sus subjetividades, siendo ésta, en palabras de la politóloga argentina Guillermina Tiramonti, la incorporación de lo social que define las costumbres, las aspiraciones, valores e intereses. A partir de esta concepción el individuo es una composición de la sociedad. Por lo que el sujeto asistente a la escuela contemporánea, no es el mismo que el de los inicios históricos de la escuela, cuando ésta fue creada por los Estados nacionales con el fin de poder legitimarse. Las sociedades no son las mismas, por lo tanto, los individuos no serán los mismos; ni docentes ni estudiantes.
La escuela
Una ESB situada en el partido de San Martín, noroeste del conurbano bonaerense, fue el lugar de la experiencia. Aquí uno de los cronistas dictó la materia de Lengua en el curso de 1er año. Aclaremos que en estos últimos años el sistema educativo ha sufrido cambios tanto en lo que respecta al nivel primario como al secundario. A las transformaciones que existieron en la década del ´90, en donde se creó la Escuela General Básica (7°, 8° y 9°) y la Polimodal (1er, 2ndo, 3er), se sumaron nuevas modificaciones que terminaron por incorporar definitivamente séptimo grado al secundario (es decir que después de varias reestructuraciones, lo que antes de la Ley Federal era 7° grado de primaria, en la actualidad es 1er año de secundaria). Es muy común, que un estudiante (y más de un docente) no sepa si se encuentra en 7º grado de la Escuela General Básica (EGB), en 1er año de la Escuela Secundaria Básica (ESB) o en 1er año de Secundaria.
La cantidad de alumnos del curso en cuestión era de 20 en total, aunque en la mayoría de los encuentros sólo asistían a clase entre 10 y 15 estudiantes; de los cuales sólo tres eran varones, el resto se trataba de mujeres. La edad promedio rondaba en los trece años, aunque algunos tenían catorce o más porque habían repetido de grado.
Es pertinente destacar que aquí existe una alta deserción escolar (no sólo de parte de los estudiantes sino también de los profesores), hay una relación tensa entre docentes y alumnos, y la institución claramente es un lugar de contención en lugar de aprendizaje.
Es evidente que los estudiantes de sectores populares se aburren terriblemente en las aulas pero ¿por qué? En principio porque lo que expresan la mayoría de los docentes poco tiene que ver con la realidad que viven los alumnos: la violencia familiar, las drogas y la delincuencia, no es algo que la escuela pueda solucionar por ella misma; pero probablemente, si la institución lograra interpelar desde otro lugar, podría convertir la tensión hostil entre profesor y estudiante en un contexto más productivo tanto para el alumno como para el docente. Pero como se deja entrever, no es un proceso libre de obstáculos. En este sentido, la escuela no puede dejar de lado los cambios en materia económica, social y política que se manifestaron desde 1976 en adelante. El neoliberalismo ha expulsado a un importante sector de la población a un costado del camino. El incremento de la pobreza, los ajustes salariales, la ola de privatizaciones han dejado a la deriva a una masa significativa de chicos (como también a sus padres) que en la actualidad ven en la escuela pública una posibilidad de tener el hogar que nunca tuvieron.
El docente contemporáneo debe dar respuesta a la diversidad que vive la escuela, así como el manejo de los conflictos sociales que penetran en ellas. La adquisición de herramientas por parte del profesor mediante la capacitación, es fundamental aquí, pero al mismo tiempo que el docente debe estar preparado para atender las diferencias que presenta cada escuela según su situación y contexto social, ¿no debería la formación docente, también atender dicha diversidad al momento de formar profesionales? ¿Se puede formar de la misma manera a un profesor que va a desempeñarse en una escuela privada a la que asistan estudiantes provenientes de sectores altos, que al que dicta clases en una escuela que tenga como mayor población estudiantil, jóvenes provenientes del ámbito popular? ¿Se le presenta a cada uno de estos docentes, las mismas situaciones de diversidad?
¿Educación?
En este punto es indefectible preguntarse ¿qué es educación? Se estará de acuerdo que ésta no es (o al menos no tendría que serlo) un sujeto que busca moldear a otro a su gusto y semejanza. Sería interesante pensar la educación como un proceso en el cual se busque llegar a un otro a través del diálogo, pero no de un diálogo que plantee jerarquías, sino de un desarrollo intersubjetivo, en el que el profesor sea conciente que él mismo se encuentra adquiriendo un aprendizaje en el momento en que da clases a los estudiantes. Pero es necesario que no lo oculte, al contrario, que lo manifieste en cada oportunidad que se le brinde.
Según el sociólogo francés Francois Dubet la escuela, además de ser un aparato de reproducción social, es también un aparato de producción social. Si desde esta conceptualización teórica, la escuela es comprendida como fabricante de determinados tipos de actores y sujetos sociales, dicha categoría es difícil de aplicar en el contexto de las escuelas populares. Se vislumbra, en este caso, que la escuela es un mero contenedor temporal de los estudiantes para que éstos, no se encuentren deambulando por las calles. El mismo Dubet hace hincapié en la resistencia que se origina en los establecimientos escolares a los problemas amenazantes del exterior, lo cual logra apartar a los estudiantes de la participación en la actividad escolar. Y así, tanto el estudiantado como sus problemas, siguen siendo exteriores a la escuela. Varios de los docentes de la ESB del partido de San Martín actúan de esta manera, logrando esa desvinculación del establecimiento con los alumnos y sus problemas. Ahora, recapitulando estos últimos conceptos, si la escuela no es una fábrica de actores y sujetos sociales, si la misma se convierte exclusivamente en una institución de contención sin ninguna intención de construir algún tipo de aprendizaje, si el docente se vincula con el estudiante con el objetivo de lograr la paz durante dos horas cátedra, a cualquier precio; ¿para que sirve la escuela?, ¿cuál es su objetivo y función?, ¿cuál es la función social del docente? Desde esta caracterización de la escuela y el docente; ¿no ejerce la escuela la capacidad de colaborar y acrecentar la exclusión social que el estudiante arrastra desde el exterior del establecimiento? Es Dubet quien argumenta que “la escuela tiene también el poder de destruir a los sujetos, doblegarlos a categorías de juicio que los invalidan; desde el punto de vista de los alumnos la educación puede tener sentido… y puede asimismo estar privada de él”.
¿Cómo no sentirme así?
En cuanto a la sala de profesores de la ESB analizada, se desarrollaban allí los procesos de catarsis por parte de los docentes:
- A mi los chicos se me van del curso. Yo no tengo problemas en que salgan y se maten, pero que no lo hagan en el medio de mi clase, porque el que voy preso soy yo- sentenciaba el profesor de Biología.
- Sí, no hay nada que les interese, nada los estimula- esgrimía otro de los docentes.
Tal vez -y con esto se trata de encontrar alternativas que surtan más efecto- haya que romper ciertas reglas establecidas como naturales: clases extensas de dos horas; que los alumnos permanezcan sentados durante la misma cantidad de tiempo; evaluaciones constantes, notas disciplinarias, etcétera.
En charla con la Directora, ésta sugirió que el docente dicte en clase los contenidos, de éste modo los estudiantes al menos permanecerían callados:
- Si es posible dictales durante las dos horas- esgrimió la autoridad.
- En todo caso se podría dictar algo durante cuarenta minutos y después intentar hacer una explicación.
- Eso lo decidís vos, pero acá el noventa por ciento de los profesores terminan dictando y nada más.
En este punto comienzan a desarrollarse lo que se denominan las “clases trámite”, en donde lo único que se busca es cumplir con el horario para poder cobrar sin problemas el salario. Al no encontrar ni el docente ni la institución otras alternativas se opta por naturalizar “el dictado” como método pedagógico. Sin embargo, transcurridas las dos horas el estudiante no entenderá muchas de las palabras que copió en su carpeta. Y el docente, seguramente, se preguntará si realmente enseñar era su vocación.
…si ese perro sigue allí
A partir de esta experiencia se puede argüir que es necesario incorporar cambios radicales en las escuelas a las que asisten sectores populares[1]. En esta línea es una posibilidad pensar actividades recreativas, con contenidos que incluso puedan llevarse a cabo fuera del aula. Es más, una alternativa sería que los mismos estudiantes participen del armado de esas actividades junto a los profesores.
Es en este punto, Dubet argumenta que la escuela justa es la que debe ocuparse de los que él llama los “vencidos”, sin tratar de cuestionar el principio de igualdad de oportunidades, sino proponiendo reflexionar sobre los medios para acercarse a este principio de otra manera. Esta igualdad de oportunidades sería dada por la eliminación de las desigualdades sociales, ahora, para garantizar esta igualdad individual de oportunidades, por lo menos en lo que al territorio y contexto escolar refiere, el sociólogo francés fundamenta como requisito indispensable el contar con modificaciones por parte de los docentes. Modificaciones que implican una vinculación real y duradera con los estudiantes.
Sin descartar la importancia de la tiza y el pizarrón, es importante acompañarlas con otras herramientas que innoven en la pedagogía. Y con esto no sólo se hace hincapié al ingreso necesario de la tecnología en las aulas, sino a la posibilidad de lo lúdico, de romper de una vez por todas con el verticalismo. Obviamente no es nada fácil, pero sin duda que sin el apoyo institucional todo se hace cuesta arriba, y es aquí donde la responsabilidad intelectual del debate entre los principios y las prácticas educativas es, justamente, un asunto político.


[1] En lo que respecta a otro tipo de instituciones a la que asisten sectores de clase media / media alta exceden el análisis aquí presentado. No obstante, creemos también necesario pensar las transformaciones posibles al universo del sistema educativo.

EL JUGUETE RABIOSO /… haciendo mierda Buenos Aires


Otra vez sopa

Termina el año y el buró central de Rebvelados se reunió y exigió a sus redactores que la última contratapa no estuviera relacionada con Mauricio. Pero fue imposible “¡Eso sería hacerle el juego a la derecha!”, argumentaron desde el comité… Así que aquí estamos nuevamente: entre gallos y medianoche, entre casamientos y bicicletas, el empresario que gestiona nuestra ciudad volvió a hacer de las suyas.

por Xavier Font (ex integrante de Loco Mía)

Había una vez:

El miércoles 22 de septiembre, el músico Diego Schissi se encontraba tocando en Café Vinilo cuando apareció la policía (aparato represor estatal), y le indicó que se bajara de las tablas. Aparentemente las melodías se suspendieron por orden de un excelentísimo inspector del Gobierno de la Ciudad. Todo en vivo, mientras los espectadores se deleitaban, el escenario se clausuraba.

Lo que desató esta postura en particular, y el cierre de muchos otros espacios, fue una serie de medidas “preventivas”. En realidad sería más atinado señalar que se buscaba prevenir lo que días antes había ocurrido en el Boliche Beara, adonde murieron dos personas por el derrumbe de un entrepiso. Un boliche cuyo relacionista público, Maximiliano Fratino, repartía el tiempo con su otro trabajo en el Ministerio de Justicia y Seguridad del Gobierno de Buenos Aires. Lo paradójico es que Beara figuraba en la página oficial “Salí Seguro”: www.saliseguro.gob.ar (damos a conocer esta página por si usted, querido lector, quiere morir de un escombronazo en la cabeza).

Ante el hecho, un grupo de músicos, sonidistas, iluminadores, productores, fotógrafos, agentes de prensa, videastas, periodistas, dueños de locales, cocineros, mozos y el público mismo, se organizaron y durante tres lunes consecutivos se encontraron en Av. de Mayo 575 para hacerse oír.

Al calor de las marchas y los encuentros que siempre generan cosas nuevas, se supo que había sancionada una ley (N° 3022) que abre el juego al llamado “Régimen de Concertación para la Actividad Musical”, que funciona como un fomento para esa actividad en espacios de menos de 300 personas. Dicha norma, dormía desde hacía más de un año y medio, en algún cajón de la burocracia (hay quiénes aseguran que en realidad la dio a conocer Franco Macri, cuyo hobby es hacer todo lo posible para que su hijo se convierta en un cadáver político). Lo importante es que la ley se encontraba sancionada pero no reglamentada. Y si bien ésta tiene muchos aspectos sobre lo cuales podría perfeccionarse, los tiempos y la necesidad apremian para poder reglamentarla y que entre en vigencia. De está forma se decidió participar de una mesa de trabajo.

Debate abierto

Con plazos fijados, y tareas concretas por llevar a cabo, los Autoconvocados por la Música en Vivo (APLMEV) empezaron a reunirse en Asambleas periódicas. La primera de ellas fue en el Club Atlético Fernández Fierro. Entre más de 200 presentes, se turnaron y hablaron: músicos, fotógrafos, prenseros, dueños de espacios, productores y periodistas. Cada uno expresó su punto de vista respecto de la problemática de la música en vivo en la Ciudad de Buenos Aires. En estas Asambleas se resolvió trabajar en comisiones: Comisión por Espacio Público - Centros Culturales Públicos- Comisión por Centros Culturales Privados y Clubes de Barrios- Comisión por Habilitaciones- Comisión para la Convocatoria y Difusión de actividades. Cada una de ellas realizará investigaciones en profundidad, desde el contexto legal hasta las potencialidades que encuentren quienes están a cargo de cada tema.

Lo cierto es que más allá de una ley, de la de reglamentarla para que entre en vigencia y de resolver provisoriamente las necesidad clausuras, los Autoconvocados por la música en vivo se encuentran con una serie de temas a ser discutidos, y la necesidad de incluir en los órganos de representación existentes a quienes trabajen en el ámbito musical (sin la necesidad de que éstos sean músicos).

Por otra parte, ya no sólo se trata del derecho a trabajar y generar una cultura para todos lo que moviliza a los APLMEV. En la presentación de su blog: masmusicaviva.blogspot.com desde donde se dan a conocer sus reuniones y resoluciones, se puede leer, entre otras cosas:

Nos autoconvocamos para poner un límite a esta política de la prohibición y el desprecio la mediocridad y la especulación que a veces parecen dominarlo todo dejando al arte y la cultura en el terreno de lo invisible, lo improductivo (…) Que sepan de ahora en mas: el arte es profundamente necesario para nosotros y para toda la sociedad. La historia musical de este país es un verdadero tesoro que no podemos abandonar en manos de ministros ignorantes y políticos improvisados. (…) mirar al costado mientras clausuran espacios y nos ignoran sistemáticamente sería despreciarnos a nosotros mismos y nuestro canto perdería todo sentido de trasformación y verdad. (…)

Quién quiera oír que oiga...

Reflexiones Rebveladas / una apasionante charla con nuestro amigo Stephen

Yo, un genio total

Rebvelados viajó hasta la ciudad inglesa de Cambridge para entrevistar al famoso físico Stephen Hawking. En una jugosa charla divagamos sobre los secretos de la vida, las telarañas de la existencia y aunque usted no lo crea ¡de la Selección argentina de fútbol!

por Adrián Paenza, enviado especial a Inglaterra

El lugar elegido por el motorizado cosmólogo más famoso del planeta es una típica taberna inglesa, donde un panzón calvo con la remera del Arsenal eructa mientras sirve pintas de cerveza fresca. La mesera, una pelirroja con cientos de pecas y pechos prominentes sirve el té que pedí, y un whisky doble en las rocas para Stephen Hawking, quien inmediatamente solicita a la joven que deje la botella de Jhonny Walker etiqueta dorada sobre la mesa.

Desconocía que una eminencia como usted gustara del whisky…

(Levemente Stephen mueve su cabeza, ordenando a la computadora que maneja su silla de ruedas que saque un brazo mecánico con una jeringa y le inyecte la bebida en la boca. Luego de los 45 minutos que dura el proceso, el físico responde)

Me encanta, mi padre me dio a probar por primera vez cuando tenía tres meses de vida. Aún recuerdo cuando me alzó en sus brazos y mientras me daba la mamadera con whisky me decía “Stephen, está científicamente comprobado que el vino alarga la vida, pero el whisky más todavía”. Y aquí me ve, postrado en una supersilla de ruedas con una súper computadora sin poder mover nada de mi cuerpo salvo mis ojos y dos centímetros mi cabeza, pero totalmente vivo.

Stephen no habla, el ordenador que lo acompaña lo hace por él gracias a los leves movimientos de sus ojos. Un moderno software convierte el desplazamiento de los globos oculares en palabras que son emitidas con una voz igualita a la que sale de los cajeros del Pago Fácil o de cualquier ventanilla de un cine porteño.

Ilustre señor Hawking, en el último tiempo los medios han acudido a hablar con usted, sobre temas tan dispares como Dios y la posible existencia de vida extraterrestre.

Si, definitivamente nadie en el mundo es tan inteligente como yo para responder sobre esos temas. Por eso afirmo y vuelvo a decir: Dios no es tan pelotudo como para crear un mundo como el nuestro…. (Y apenas deja de hablar, nuevamente ordena a la mano robótica que le sirva más whisky, esta vez directamente del vaso al que luego llena hasta el tope).

Perdone que lo corrija excelso señor Hawking, pero según he visto y leído en distintos reportajes usted lo que dijo fue que descartaba la existencia de Dios para explicar el origen del Universo.

(Con la rapidez de una gacela que escapa de un león hambriento, el brazo mecánico vuelca el whisky en la boca del cosmólogo inglés y vuelve a llenar el vaso, una y otra vez, así hasta contar cinco, momento en que la voz metálica emerge en la conversación)

Discúlpeme sudaca amigo, lo que pasó con esas entrevistas fue que tergiversaron totalmente lo que dije. Esos chupa culos gallegos del diario El Mundo, tradujeron y editaron lo que quisieron. Lo mismo que los imbéciles del Discovery Channel, que aprovechándose de mi voz la modificaron por completo cuando editaron la entrevista que grabamos. Por lo tanto a estos medios les digo que se pudran en el infierno… (En este instante Hawking desplaza sus ojos ordenando a la robótica mano que agarre sus inertes genitales para rascarlos, segundos más tarde el brazo mecánico vacía el vaso repleto de bebida blanca en su boca y vuelve a llenarlo)… Ahhhh… qué rico, por favor mesera traiga otra botella y un vaso para mi viejo compañero, vamos hombre, anímese, tómese un vaso del mejor whisky escocés…

No gracias magistral doctor Hawking… quiero preguntarle por lo extraterrestres, hace poco también señaló que si éstos existieran podrían llegar a ser peligrosos y querer invadir otros planetas.

Otra vez la misma pregunta insípida, ya expliqué que los idiotas del diario El Mundo publicaron lo que se les cantó el quinto forro de las pelotas, y estos eunucos del Discovery Channel editaron cualquier cosa para que mediocres como usted digan “¡Uy Stephen Hawking está en contra de los aliens, uh el doctor Hawking dice que los aliens van a venir rompernos el upite, uh…!, y es justamente este tipo de deficiencias mentales lo que origina que muchas personas se vuelvan en mi contra.

(Se nota el enojo del magnánimo doctor Hawking con la prensa, sus ojos se llenan de sangre con cada vaso de whisky que la mano metálica vacía en su boca, una y otra vez hasta que se acaba la segunda botella y pide otra más).

Apoteótico señor Hawking, ¿por qué cree usted que los medios hacen esto?

Mi querido cabecita negra, es obvio, se trata de una vil operación de prensa para desprestigiarme.

Pero glorioso Doctor, ¿por qué la prensa querría desprestigiarlo?

El mundo se divide en dos: están los que me aman, los que saben que soy el ser más inteligente sobre la Tierra, y me chupan las medias a tal punto que harían cualquier cosa que les pidiera, por ejemplo, ¿sería usted tan amable de cambiarme los pañales y luego ladrar como un perro?

(Después del último ladrido continué con la entrevista, aunque debo confesar que tocarle las arrugadas nalgas al hombre más inteligente de la historia de la humanidad, fue simplemente lo mejor que me pasó en la vida).

Ah… ahora realmente sí que me siento más cómodo con; le decía que la otra parte del mundo es la que me odia y no soporta que haya un ser, una única persona en todo el mundo que sea la más brillante de todas. He ahí, el motivo del descrédito que los medios de difusión entablan hacia mi persona.

¡Qué terrible lo que encierra su relato superior señor Hawking! Ahora, cambiando de tema, los fans suyos sabemos que usted es un amante del fútbol.

(La mirada del físico más monumental de toda la galaxia se congela cuando escucha la palabra fútbol. Por millonésima vez la mano robótica vuelca la bebida escocesa dentro de la boca del Dr. Hawking, hasta que ésta se acaba por completo. La mesera comprende la situación y automáticamente trae otra más).

Usted es un periodista informado, debo reconocerlo. Sí, hasta los 21 años, fatal momento en que me detectaron esta rara esclerosis, jugaba en el primer equipo de la Universidad de Oxford. Mi idea era recibirme y probar suerte en el Manchester City, club del que soy hincha. Fui un buen centro delantero, de buen cabezazo y excelente dominio de pelota. Pero la fatalidad pudo más y aquí me ve. Aunque debido a mi amor al balón pie, hice el curso de Director Técnico y además de ser el físico más grande de toda la humanidad, también soy el mejor Director Técnico de toda la historia del fútbol.

Nadie podrá poner eso en duda divino Dr. Hawking, ahora usted nunca dirigió ningún equipo de fútbol…

No hace falta, ya todos sabemos que dada mi inteligencia cualquier actividad en la que me desempeñe voy a ser el mejor, eso se lo firmo como que hay un sol sobre nosotros.

(La mano metálica del glorioso Dr. Hawking no para de echarle whisky en su boca a medida que conversamos de la Premier League inglesa, del presente del Manchester City, del excelente desempeño que está teniendo Carlitos Tevez allí, y todo es color de rosa hasta que la Selección Argentina entra en la conversación)… estoy enterado del desastre que es su Selección, de los enormes problemas que tienen para conseguir técnico.

En realidad no hay mayores inconvenientes, Sergio Batista es el nuevo técnico.

Por eso le digo, no tienen técnico, deben conseguirse uno. Es más… me propongo para el puesto. Creo que el técnico debería ser yo, estoy más que capacitado para dirigir a estrellas como Messi y Pastore, decirle a Mascherano como debe jugar, ordenarle a los arqueros para que lado deben tirarse, y armar una táctica a partir de mi inteligencia superior al resto de los mortales que haga que la Selección argentina gane como mínimo cinco mundiales seguidos.

Excelentísimo doctor Hawking ni en mi más inconsciente fantasía hubiera imaginado que usted quería dirigir a nuestra selección de fútbol.

Y bueno… esa es la diferencia entre los seres de cerebro diminuto y yo, un genio total, el más grande por siempre y para siempre.

Stepehen Hawking da por terminada la charla, se siente superior al resto, sabe perfectamente que lo es, me saluda cariñosamente como alguien que se despide de su mascota, le pide otra botella más de whisky a la pelirroja pechugona y se retira en su motorizada silla, bebiendo a grandes tragos.